Llegó el momento de la reflexión, qué decir?
El 71 % de los que pasaron por este blog y pudieron votar optaron por la filosofía en soledad, yo misma elegí esa opción.
Puedo decir por que motivo, personalmente, prefiero la soledad inexorable de mi mente, el silencio y la ausencia. Aunque soy consciente de que no todos ni en todo momento preferimos esto.
Actualmente me siento frente a un mundo sobrado, egoísta y apegado a los objetos de los sentidos, muy lejos de una disposición de recibir en su verdadero espíritu una moral sublime. “Pues, a no ser que el hombre persevere formalmente en su empeño de lograr el conocimiento de sí mismo, jamás prestará complaciente oído a reflexiones y enseñanzas de tal naturaleza.”
El conocimiento se ha vuelto una herramienta más de producción para la obtención de bienes materiales, para obtener poder jerárquico dentro de lo social, sirve para pisar a los que están alejados de este pseudo-saber. Se ha convertido en una acumulación de cosas aprendidas y somos poseedores de cosas que otros pensaron, nos aferramos a ellas y las damos con cuentagotas.
“El nombre del primer Vestíbulo es Ignorancia (Avidya)”. Y ahí estamos muchos, sentados en nuestras cómodas teorías, memorizando taxonomías que desvirtúan todo saber.
“Es el Vestíbulo en que tú viste la luz, en que vives y en que morirás.”
“Los SABIOS no se detienen jamás en los jardines de recreo de los sentidos.”
“Los SABIOS desoyen las halagadoras voces de la ilusión.”
“Lucha tan sólo contra lo personal, lo transitorio, efímero y perecedero.”
“Mata en ti mismo todo recuerdo de pasadas experiencias. No mires atrás, o estás perdido.”
No mirar atrás no es desconocer la historia, esta sabiduría que se trasmitió de boca en boca necesita el reconocimiento del pasado. No mirar atrás es no aferrarse al pasado sino superarlo para poder seguir adelante, el hombre cambia, se perfecciona si así lo desea, si se aferra a su ignorancia pasada y a sus deseos insatisfechos no puede seguir caminando, queda estancado en lo que no fue y por ende es una ilusión.
“¡Ah! Triste cosa es que todos los hombres posean Alaya, que sean uno con la Alma grande, y que, poseyéndola, Alaya les aproveche tan poco.”
El hombre, lo acepten o no, pertenece a un universo que desconoce, tiene una energía universal que le da vida, es parte del un cambio que le resulta inasible. Negando este principio niega sus propias posibilidades de superación.
“Ve en busca de los Senderos. Pero, oh lanú, sé limpio de corazón antes de emprender el viaje.”
“Antes de dar el primer paso, aprende a discernir lo verdadero de lo falso, lo siempre fugaz de lo sempiterno. Aprende sobre todo a distinguir la Sabiduría de la Cabeza, de la Sabiduría del Alma; la doctrina del «Ojo», de la del «Corazón».”
La doctrina del corazón es la que nos hace ser uno con lo universal y con el otro.
“Las semillas de Sabiduría no pueden germinar y desarrollarse en un espacio sin aire. Para vivir y cosechar experiencia, necesita la mente anchura y profundidad y fines que la atraigan al Alma-Diamante. No busques tales fines en el reino de Maya; remóntate por encima de las ilusiones, busca al eterno e inmutable Sat, desconfiado de las falsas sugestiones de la fantasía.”
Mientras la sabiduría siga siendo esclava de la ideología capitalista y siga aferrada a lo material no hay posibilidad de progreso, ni individual ni mucho menos social, cambiando al sujeto se llega a cambiar la sociedad, nunca podría ser al revés. Se parte de uno mismo, de lo interior a lo exterior. Hablo de lo interior a lo exterior para que se entienda el tránsito.
“¿Te abstendrás de la acción? No es así como alcanzará tu alma su libertad. Para llegar al Nirvana, debe uno conseguir el conocimiento de Sí mismo; y el conocimiento de Sí mismo es hijo de las buenas obras.”
El crecimiento interno se da en el desarrollo externo, no hay negación de lo externo sino interiorización e interrelación.
“Si pretendes lograr dulce paz y reposo, discípulo, siembra con las semillas del mérito los campos de las cosechas venideras. Acepta las miserias del nacimiento. Pasa de la luz del sol a la sombra para hacer más sitio a otros. Las lágrimas que riegan el árido suelo de dolores y tristezas, hacen brotar las flores y los frutos.
Vivir para el bien de la humanidad, es el primer paso. Practicar las seis virtudes gloriosas, es el segundo.”
Para cerrar mi opinión, frente a la imposibilidad de crecer dentro de la realidad que la sociedad actual me propone, dentro de estas economías de mercado que me destrozan los nervios, dentro de este egoísmo, dentro de esta maquinaria armada que no deja espacio a otro tipo de pensamiento, que no da lugar al desarrollo espiritual. Frente a esta realidad de plástico de narices hechas, de bellezas más artificiales que el nylon, de categorías inexistentes, me repliego y me aíslo, me quedo en la soledad de mi alma, mi música, mis libros y en el abrazo eterno de mi madre sombra. La sociedad no me ha dado nada digno por lo cual salir de aquí, espacio que comparto con sólo alguno “maigos”.
Y si me acusan exacerbados de solipsista, bienvenido sea.