Las inquietudes vagas, las dudas, la suavidad. Decidirnos por sí o por no. La mente humana oscila entre la luz y la oscuridad. Entre la belleza indescriptible de la carne y la inquietante manifestación del espíritu.
“Vivir angostamente, como las mulas en los desfiladeros.
O con la perspectiva de las avispas, de ojos polifacéticos.
Vivir para sí y para no, para nunca y para siempre.
O vivir talveces, de tornasoles y nostalgias.
Arribar a los fines-picos altos- a fuerza de cuerdas y correajes.
O descubrir lagos interiores, donde la piedra se hunde en
Ondas concéntricas.
Despreciar ese cuerpo-simple honda o saeta- y despedirlo.
O macerarlo en horas, en recuerdos, en vino.”
Osvaldo Loisi, El árbol de la memoria.
10 comentarios:
El caso es que mucho antes que Mani, fundador de aquella religión gnóstica universal -El Maniqueísmo- el ser humano persiste en la dualidad, oposición irreconciliable entre luz y tinieblas. Entre, como bien lo escribes, la mente oscila entre la luz y la oscuridad.
Me ha gustado mucho esta entrada.
Una sonrisa para ti.
Raquel
Gracias por tu comentario Raquel, me gustan los contrarios y el ser en la oscilación.
Abrazos
Helena, muy bella tu entrada, haciéndonos recordar que vivimos en un tránsito permanente entre lo que es y lo que puede ser, lo que es y lo que no es, lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo, etc, es decir, vivimos en el entre de lo que nos sucede a cada momento.
Como bien sabes, Hegel dijo mucho sobre todo esto.
Saludos!
Gracias Ruben!
No sólo Hegel, afortunademente muchos ven que somos simplemente péndulo.
Besos
Copada la imagen... me llegaron profundamente. Más que dos manos se ven dos historias, el comienzo y el final de un ciclo. Las decisiones, todo un tema... odio las disyuntivas: esto o lo otro; y ya...
... Siento impotencia...
Yo me siento igual, tantas veces...
A veces es más sencillo pintar en negro y blanco olvidándose de los matices, las sombras del sol, las nubes, los árboles... Y aún no hablamos de colores.
Y aún así se trata siempre de luz, tibieza, materia que es energía y viceversa.
Me cuesta aceptar las clásicas lógicas binarias, el universo es multivaluado, variable, contingente, derivante...
Hola Ale, yo suelo volver a Heráclito siempre, no sé por qué. Será tal vez que me resulta más sencillo, como el blanco y el negro, aunque sepamos que no sólo hay eso, la simplicidad del momento nos da un respiro.
Besos
Un respiro que es una elección, ahora tengo la imagen de hacer la placha, flotar en un océano multicolor, tibio y lleno de movimientos y aromas. Cada instancia de sonido,color, roce, tibieza, aroma es una variable que elijo o no, y me impresiona. Me toca y conmueve, me mueve y lleva.
No sé adonde o porque, ni para qué. Pero paso entre los portales del día y la noche a un eterno crepúsculo nocturno que es un amanecer según hacia donde vaya...
Me falta la melodía de fondo, qué estás escuchando. Cómo salir de ahí o para qué?!
Besos
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