sábado, 12 de julio de 2008

Kairós

Un rasgo característico de la modernidad fue concebir el tiempo de manera lineal, continuo y homogéneo. Sin llegar a entrar en detalle sobre la física newtoniana y la transformación radical que sufre a partir de teoría de la relatividad, podemos afirmar que el tiempo objetivo, que es el que tarda la aguja del reloj en recorrer una vuelta entera, no se asemeja al tiempo subjetivo.

Ese minuto que es un minuto para todos, sirve para ejercer un tipo de control sobre nuestro propio tiempo, todos tenemos horarios de entrada y salidas, de sueño y vigilia, horas de estudio, de almuerzo, de tareas, etc…

La densidad del tiempo humano es heterogénea, por consiguiente, una unidad de tiempo puede contener en sí misma múltiples posibilidades. “Algo que no podía realizarse por años, puede abrirse como una posibilidad durante un minuto, para cerrarse inmediatamente después.”[1]

Nuestro tiempo nos exige otro tipo de cosas. Entonces volvamos a los antiguos griegos (anteriores a Platón y Aristóteles), que manejaban un concepto de tiempo de carácter heterogéneo.

El término que utilizan para dar cuenta de ello es Kairós. Este término involucra un tiempo que tiene en sí la idea de oportunidad, de momento indicado para hacer determinado movimiento, es el momento justo en el cual determinada acción nos llevará al éxito o al fracaso, es el tiempo que si se nos escapa no podremos recuperar. Se utilizaba para representar los instantes en que los jugadores debían encontrar la posibilidad de sacar ventaja en una carrera de carros para adelantarse y ganar, o el lapso en el cual el arquero apunta al blanco justo y debe disparar.

Otro término similar es kaîros, es el arte del tejido en el oficio del telar. “Este hace referencia al momento en el cual el tejedor debe tirar el hilo a través de la brecha que se abre momentáneamente en la urdimbre de la tela que se teje.”[2]

En pocas palabras, la vida que es un juego, con sus reglas ya establecidas, nos ofrece momentos justos para determinados movimientos, determinadas acciones, determinadas palabras. Hay situaciones justas para hablar y para callar, para jugar una pieza o rendirse y volver a empezar una nueva partida.

El tiempo se devora todas las oportunidades que dejamos pasar, eso nos convierte en personajes que debemos estar atentos continuamente a cada escena, no podemos repetirla, tenemos una sola oportunidad de actuar y debemos elegir bien, pues será la primera y la última.



[1] Echeverría, Rafael, Ontología del lenguaje, Pág. 303

[2] Idem

6 comentarios:

Gavriel dijo...

Shalom amiga!

Este último párrafo me encantó:

«El tiempo se devora todas las oportunidades que dejamos pasar, eso nos convierte en personajes que debemos estar atentos continuamente a cada escena, no podemos repetirla, tenemos una sola oportunidad de actuar y debemos elegir bien, pues será la primera y la última.»

Pensándolo bien, es una precisa manera de ver existencialmente el transcurso del tiempo. Aunque no podamos describir de manera "tangible" filosóficamente hablando, podemos percibir por los efectos de la causas de las oportunidades que se pierden temporalmente.

¡Cuánto significa aprovechar el tiempo presente y no dejar pasar el tiempo valioso para edificar en el futuro un presente feliz!

Besotes Lau!
Gab

Laura dijo...

Hola Gab, shalom y gracias mil por pasar!!!
Kairós es un concepto que estoy analizando para un trabajo sobre la educación, Sarlo presenta a los indigentes como personas cuyo tiempo subjetivo está inmerso en una necesidad apremiante y viven en la inmediatez de esa necesidad, cosa que les impide ver alguna solución y quedan excluidos del ejercicio de su ciudadanía.
El concepto me permite especular con la idea de una preparación distinta, o que permita una visión diferente de aquel docente que prepara alumnos en las escuelas que también cubren necesidades alimenticias. Como ser la de estar atento al momento de poder introducir un cambio de perspectiva, una visión de paralaje.
Es muy largo para desarrollar acá, así que cualquier cosa te lo envío.
Besotesssssssssssssssss!!!!

Gavriel dijo...

Shalom Lau!
Manaña es el día del amigo amiga!
jaja
Igual vale el saludo antes, no te preocupes.
Feliz día para vos también amiga!
Gracias por tu hermosa amistad!
Besotes!!
Gab

Adriano dijo...

Celebro cuando la Filosofía nos permite reinterpretar la realidad al ponerla en contacto con la vida cotidiana.

Larga vida a los griegos, magos (?) del pensamiento occidental.

Laura dijo...

Adriano, tendría que indagar mi pasión por los griegos.
Viste 300?

Té Verde dijo...

Me quedo pensando en otros momentos de Kairós...
el del disparo del cazador, con el viento inmóvil o considerado como condición de éxito.
La ola a ser montada por quien surfea.

Y sin embargo siempre me fascinó la sensación del devenir, tan lento cuando se disfruta la situación, cuando acontece el evento. Y la sensación de inmediatez posterior, cuando ya es memoria y recuerdo, cuando se puede juzgar. Cuando éramos muy niños los veranos eran eternos, hoy los sentimos breves y decimos ¡qué buenos tiempos!

Y me quedo en un concepto temporal de Benjamin cuando dice que el mesías llega en los intersticios del tiempo...
¿será que el kairós existencializado por uno es mesiánico, nos salva y sana un poco?
Ahora se me ocurre que abrasarse, arder en el kairós es consuelo y paz en la vida acontecida en ese "instante que deviene".

Y ese Kairós o el kairôs sería(n) el momento de revelación de ese dios Shiva(?) que es destructor y creador.

¿Podemos enseñar a otros a aprovecharlo si no siempre lo hacemos o reconocemos nosotros mismos?

Oficio de chamanes