viernes, 20 de junio de 2008

Oniromancia


En la mitología griega, Morfeo es el Dios de los sueños, es principal de los Oniros (en griego νειροι Oneiroi, ‘ensueños’, fantasías del que duerme) los mil hijos engendrados por Hipnos (en griego Ύπνος Hypnos, ‘sueño’) que era la personificación del sueño. Su madre era Nix, la noche, que lo tuvo sin intervención masculina, aunque en alguna otra tradición su padre fue Érebo. Era hermano gemelo (o hermanastro) de Tánatos, la muerte no violenta.

Morfeo era representado con alas que batía rápida y silenciosamente, permitiéndole ir volando velozmente a cualquier rincón de la Tierra. Se encargaba de inducir los sueños de quienes dormían y de adoptar una apariencia humana para aparecer en ellos, especialmente la de los seres queridos (de ahí su nombre que puede interpretarse como apariencia o de bella forma), permitiendo a los mortales huir por un momento de las maquinaciones de dioses.

Lamentablemente fue fulminado por Zeus por haber revelado secretos a los mortales a través de sus sueños.

Oniromancia u oniromancía (del griego νειρος, ensueño, y –mancia) representa aquella técnica o arte por el cual se pretende adivinar o predecir acontecimientos futuros a través de los sueños.

El sueño no sólo se presenta en los momentos en los que uno duerme, sino que está presente en los estados de vigilia que corresponden a lo que podemos denominar “el divague mental”. Se podría conjeturar que soñamos tanto dormidos como despiertos y que transitamos entre el estado total de vigilia y el sueño profundo durante el transcurso de nuestra vida estableciendo distinciones que hacen a unas cosas como pertenecientes a un estado u a otro.

Artemidoro de Daldis, o de Éfeso, del que se sabe que vivió en el s. II d. C., fue un oniromante griego. El más antiguo libro de los sueños que se conserva es su obra Oneirokritike o La Interpretación de los sueños. Llegaría a reunir más de 3.000 sueños de quienes le consultaban, interesándose no solo en el contenido onírico sino también en la psicología humana.

Artemidoro hace una distinción entre los sueños verdaderos y lo que son oráculos, visiones, fantasías y apariciones. También diferenciará entre sueños que predicen hechos futuros y aquellos que tienen que ver con el presente.

Afirma Macedonio que “hay una inversión con el ensueño y la realidad: en ésta, sus lluvias mojan; en aquel, las mojaduras llueven.”

Los sueños son una visión de la realidad representada en la imagen distorsionada de un espejo que nos muestra a su antojo aquello que incluso, no queremos conocer. Nos transporta a otro plano en el cual no tenemos dominio de nuestra realidad y somos arrastrados por un determinismo extremo basado y estructurado a partir de nuestros peores temores y culpas.

No tenemos ni siquiera la certeza de que algunas cosas son coherentes y suceden con un orden establecido, las paredes pierden su solidez y podemos vernos devorados por ellas y luego dejados en algún bosque oscuro y silencioso que nos abra la puerta al infierno.

Podemos conocernos a través de los sueños, más aún que en otros estados, ya que esos planos de realidad intangibles son creaciones caprichosas de la libertad absoluta de nuestra psiquis.

Es el lugar en el cual las normas sociales no rigen, y es por tanto propicio para el enfrentamiento entre nuestros más oscuros pensamientos y las imposiciones externas.

jueves, 19 de junio de 2008

Fragmento de un artículo de Marciano Durán.


¡Guardo los vasos desechables!

¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!

¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos!

¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!

¡Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!

¡Es más!

¡Se compraban para la vida de los que venían después!

La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas de loza.

Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.

¡¡Nos están fastidiando!! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.

¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de las Nike?

¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommiers casa por casa?

¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?

¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?

Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más basura.

miércoles, 11 de junio de 2008

Creer en la Mente - El Libro de la Nada



El Método Perfecto no conoce dificultades
Salvo que rehúsa hacer preferencias;
Sólo cuando está libre de odio y amor
Se revela plenamente sin disfraz;
Basta la diferencia de un décimo de pulgada
Para que cielo y tierra se separen;
Si deseas verlo con tus propios ojos,
No fijes tu pensamiento en su favor ni en su contra.

Alzar lo que te gusta contra lo que te disgusta
Es la enfermedad de la mente:
Cuando no se entiende el profundo significado (del Método),
La paz de la mente se perturba para nada.

(El Método es) perfecto como el vasto espacio,
Con nada que falte, con nada superfluo:
En realidad, debido a que se escoge
Su talidad se pierde de vista.

No persigas las marañas externas,
Mora en el vacío interno;
Sé sereno en la unidad de las cosas,
Y (el dualismo) se desvanecerá por sí solo.

Cuando te esfuerzas por ganar la quietud, deteniendo el movimiento,
La quietud así ganada está siempre en movimiento;
Mientras te demores en el dualismo,
¿Cómo puedes realizar la unidad?

Y cuando la unidad no se entiende cabalmente,
De dos modos se soporta la pérdida:
La negación de la realidad es su afirmación,
Y la afirmación del vacío es su negación.

Verbosidad e intelección...
Cuando más les hacemos compañía, Más nos extraviamos;
Fuera, pues, con la verbosidad y la intelección,
Y no habrá lugar por donde no podamos pasar libremente.

Cuando volvemos la raíz, ganamos el significado;
Cuando perseguimos los objetos externos, perdemos la razón.
En el instante en que nos iluminamos por dentro,
Atravesamos el vacío de un mundo que nos enfrenta.

Las transformaciones que se suceden en un mundo vacío que nos enfrenta
Parecen reales en su totalidad debido a la Ignorancia;
Procura no ir en pos de lo verdadero,
Cesa tan sólo de no abrigar opiniones.

No mores en el dualismo,
Evita cuidadosamente perseguirlo;
Tan pronto tengas lo correcto y lo erróneo.

lunes, 2 de junio de 2008

SIN PALABRAS

ALHAMBRE
Yago Javier tenía sólo 8 meses y murió por "desnutrición severa" en Salto, partido de Mercedes, provincia de Buenos Aires, pleno corazón de la pampa. A unos pocos kilómetros, productores de la zona cortaban la ruta. Fue el 1 de abril de este año, 2008, siglo XXI, en la Argentina del trigo, del maíz, de la soja, de las reservas extraordinarias y de las retenciones móviles o fijas.
La Pulseada, Año 7 nº 59.

http://www.lapulseada.com.ar/

http://www.lapulseada.com.ar/img/59-tapa.jpg

Mempo Giardinelli

"Gobierno y Campo no son iguales, y en eso tiene razón la Presidenta. Pero sí se equivocaron y se equivocan el Gobierno y los empresarios rurales por igual."
"Por eso es urgente terminar con esto, con esa seriedad y grandeza que hasta ahora no se han visto. Diálogo sereno y media tinta es exactamente lo que esta crisis necesita. No más polarización, no más esa neoversión idiota de los viejos “patria o muerte”. Nadie vence con consignas extremas."
"Por eso millones de ciudadanos serenos y silenciosos, que asistimos a este tironeo con azoramiento y pena, esperamos del gobierno elegido democráticamente, así como del sector agrario, una nueva conducta cívica. Es hora de que la tengan. No se aguanta más esta disputa."
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/1-33070-2008-05-29.html


En la primera noche ellos se acercaron
y recogieron una flor de nuestro jardín. Y no dijimos nada.
En la segunda noche, no se ocultaron y pisaron las
flores. Y tampoco dijimos nada.
Luego mataron a nuestro perro: y no dijimos nada.
Hasta que un día, el más débil de ellos: entró solo a
nuestra casa, nos robó la luna y, conociendo nuestro
miedo, nos arrancó la voz de la garganta. Y porque no
dijimos nada, ahora ya no podemos decir nada.

Maiakowsky.Poeta Ruso