Ayer fue el último de los jueves del ciclo armado por el grupo Mil botellas. Presentaron el libro de Damián Damore, Luces caliente. Fue presentado como “el pasaje febril de las noches y los días de unos adolescentes fanáticos de sumo que, persiguiendo incansablemente a sus ídolos, reinventan el paisaje y trazan una línea imaginaria entre la capital y el conurbano bonaerense”.
Fue genial escuchar a Andrea Prodan hablar sobre su hermano, en un momento dijo algo así como; -Luca lo que tocaba lo transformaba. Le ponía magia diría yo.
Se escucharon algunos nombres como “ropas profanas” la banda de Andrea, y algún otro perteneciente a una que promete “los psíquicos litoraleños”.
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